Al fotógrafo zaragozano Javier Romeo no le gusta salir en las fotos. Siempre está detrás del objetivo, captando momentos que, en muchas ocasiones, reflejan la luz, los colores y los contrastes de una tierra que, como a nosotros, le apasiona. En Love Aragón tenemos la inmensa suerte de colaborar con él -muchas de las fotos de esta web son suyas- aunque lo verdaderamente importante no es tanto esa colaboración, sino compartir grandísimos momentos con él… desde hace más de mil años. Así es y estos son los consejos de @fotoromeo.
¿Cuándo comienzas a dedicarte profesionalmente a la fotografía?
Hace ya unos 20 años que convertí una de mis mayores aficiones en mi profesión. Mi formación en un principio fue autodidacta pero luego la amplié con cursos de fotografía e iluminación en Zaragoza y Barcelona.
¿Y por qué especializarse en naturaleza?
Fue consecuencia de unir mi pasión por la fotografía y mi gran afición por la montaña. Quería plasmar de alguna manera esos hermosos lugares que podía ver cuando hacía excursiones. Y como por desgracia para la pintura y el dibujo nunca he tenido mano, decidí hacerlo con una cámara. Reconozco que tengo la gran suerte de poder dedicarme a lo que me gusta.
Para llegar al lugar preciso, en muchas ocasiones, solo podrás llegar andando. ¿Es eso algo que complica la fotografía de naturaleza?
Casi siempre es así. Tienes que hacer una aproximación andado hasta llegar al sitio que quieres fotografiar. Sobretodo si estás en zona de montaña. No lo considero un problema, todo lo contrario; el hecho de poder llegar paseando te permite encontrar otros lugares, otras vistas con las que no contabas y disfrutar más del paisaje.
Lo que sí que es cierto que acarrear con el equipo a las espaldas se hace un poco pesado. Para según qué fotografías se necesita bastante equipo. Y yo personalmente soy de los que piensa que prefiero que me sobre un objetivo a echarlo en falta cuando ya estás ahí.
Danos algún consejo para los que salimos a caminar y llevamos cámara de fotos… ¿qué hacemos?, ¿a qué debemos prestar atención?.
Lo primero que siempre aconsejo es que conozcas bien tu cámara, tienen muchas más prestaciones que las que se usan normalmente. Una gran cámara no hace que seas un buen fotógrafo, ayuda, pero no lo es todo. Mi recomendación es que te pares, que mires, que disfrutes lo que tienes delante, intenta plasmar la sensación de lo que estás viendo.
Especial atención a la luz, las buenas luces son las cercanas al amanecer y más aún las del atardecer. Mantener unas reglas básicas de composición, no poner el horizonte en el centro de la foto, no central el objeto principal… en fin cosas sencillas que siempre funcionan. Nunca, nunca sentirse frustrado con los resultados. La mayoría de las grandes fotos de paisaje casi nunca se consiguen a la primera, alguna vez ocurre pero no es lo normal. Hay que hacer muchas fotos y aprender de nuestros errores.
¿Has tenido que esperar mucho tiempo hasta que ha aparecido el animal que estabas esperando?.
La fotografía de fauna es otra historia. El elemento a fotografiar no suele pararse delante de tu cámara. Tienes que hacer un seguimiento del animal, saber de sus costumbres y por dónde se mueve. Tienes que preparar un lugar desde el cual no se percate de tu presencia y siempre, siempre, hay que ser muy respetuoso con él. En este tipo de fotografía hay que armarse de mucha paciencia y de grandes teleobjetivos para poder estar a una distancia considerable. Las aves suelen ser más fáciles de “cazar”, tienes que ofrecerles la comida que les gusta a modo de cebo y por lo general suelen acudir. Los mamíferos salvajes (tipo tejones, zorro, paniquesa o la gineta entre otros) son mucho más esquivos y difíciles de fotografiar. La vez que más tiempo me toco esperar fue para fotografiar el buitre negro. Estuve tres días y tres noches dentro de un hide… al final no apareció.