COSAS QUE HACER ESTE VERANO EN ARAGÓN (parte II)
6.Salirse de las rutas habituales
Cierto es que en Aragón tenemos infinidad de lugares “oficialmente bonitos”. Todo el mundo conoce Albarracín, Ordesa, San Juan de la Peña, Gallocanta, Tarazona y otros muchos lugares.
Pero, ¿por qué no ir hacia esos rincones de Aragón que siguen en un discreto y temporal anonimato?.
Salid de las rutas habituales, tomad carreteras secundarias y visitad, por ejemplo, Montoro de Mezquita, Aliaga, Arcos de las Salinas, la Sierra de Luesia, el Monasterio de San Martín de Caballera, el entorno de Lecina, Ruesta, Chía, Aísa y mil rincones más. Todos merecen cualquier escapada.
7.Gastronomía de km0
La de kilómetros que podríamos hacer nosotros por un exquisito tomate rosa de Barbastro, por la delicada cebolla de Fuentes de Ebro, por descorchar un vino en Ayerbe, por los espárragos de Bureta, por el queso de Tronchón o por la ternera de Broto, entre otros muchos. Mientras haya intención, apetito y combustible el viaje será inmensamente placentero.
Siempre es preferible probar la gastronomía más próxima a nuestro destino… ya iremos a Palamós y tomaremos gambas pero, por ahora quedémonos en casa, que tiene una despensa inagotable.
8.Descubrir pueblos abandonados
En esta tierra tenemos cientos de pueblos deshabitados que se resisten a caer en el olvido. Dedicarles una escapada puede ser el motivo perfecto de rescatarlos, de encomiar su silencio. Finestras, Otal, Ainielle, Pardos, Esco, Berbusa, Bagüeste, Sasé o Semolué son sólo algunos de ellos. Preparemos la mochila, calcémonos las botas, cojamos el mapa y a visitar estos sobrecogedores lugares.
9.Turismo de hotel
Es una fórmula que gusta a muchos viajeros. Y nosotros nos incluimos. Cuando las jornadas ya no dan más de sí ¿por qué no una de relax en el propio alojamiento?. Tenemos fichados –y testeados- unos cuantos que nos encantan. Un libro, una copa de vino, un rincón acogedor, una charla y buena compañía pueden convertir un instante en un momento inolvidable. Os chivamos tres de ellos, uno por provincia, donde ponerlo en práctica: Cien Balcones en Daroca, Balfagón en Cantavieja y El Privilegio en Tramacastilla de Tena.
10.Una de pozas
Al agua patos pero extremando siempre las medidas de seguridad, ¿de acuerdo?. Que suele verse cada imprudencia que dan ganas de quedarse en tierra. Será por nuestros ríos o por los entornos que dibujan, pero un veraneo sin pozas es ocio incompleto.
Algunas, y sólo algunas, de las que os proponemos son el azud de Pozán de Vero, Pozo Pigalo, la Gorga de Boltaña, las pozas de Belsué o el Puente de Cananillas.