Experiencias singularescon razón y corazón
Menú
COSAS QUE HACER ESTE VERANO EN ARAGÓN (parte I)
1. Subir a un ibón
Adaptad la ruta a vuestro nivel –nunca al revés- y marchad a alguno de los 245 que están inventariados en el Pirineo oscense.
Uno sencillo es, por ejemplo, el de Espelunciecha (Sallent de Gállego- Alto Gállego) o el de Truchas (Astún- Jacetania).
Otra opción, aunque más exigente, es hacer una vuelta circular desde Llauset pasando por el de Botornás y los de Anglios (La Ribagorza). Súper recomendable.
Ahora bien… sed respetuosos con el medio y no dejéis rastro de vuestro paso. Los ibones son ecosistemas tan sensibles, como valiosos.
2. Viajar (y brindar) con amigos
Menudo plan. Poneos en situación y pensad en una escapada a alguna bodega con amigos. Somos incondicionales enoturistas y dedicarle un tiempo a esta práctica es infalible. Un par de bodeguitas en el mismo día, una coincidencia con un festival o una fiesta de la vendimia –atención al Somontano y a Cariñena, respectivamente-, un paseo entre viñedos o una visita que culmine con un almuerzo en la propia bodega son casi obligatorias este verano… ¿para qué esperar más?.
3. Jugar a princesas y caballeros
El patrimonio histórico que tenemos en Aragón es infinito. Pensad, por ejemplo, en visitar alguno de los castillos más ilustres de nuestra geografía. Id en familia, con los peques de la casa, y planteadles viejas historias de caballeros y doncellas. Loarre por su magnitud, Peracense por su color, Mora de Rubielos por su entorno… menuda aventura. Si os decantáis por las visitas guiadas será toda una experiencia.
4. Terracear entre semana en Zaragoza
No se está nada mal en la capital aragonesa durante el verano. Aprovechar las noches y las terrazas de la ciudad es una buena forma de sobrellevar los días previos o posteriores a las vacaciones.
La de El Plata, Le Pastis, el Corazón Verde, la Libertad 6.8 o la del Museo Pablo Serrano son algunas de las que deberíais conocer. ¡¡¡Ni tan bien!!!.
5.¿Y algo de adrenalina?
El descenso de barrancos es algo divertidísimo siempre y cuando se haga con garantías de seguridad –y ello se consigue yendo con un guía titulado-. Saltos, rápeles y toboganes harán que el disfrute sea máximo.
La Sierra de Guara es la mejor zona de Europa para practicar esta disciplina deportiva. Empezad con algo sencillo (Vero, Petit Mascún, Peonera…) e id subiendo nivel conforme crezca vuestra experiencia.
