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Conociendo el subsuelo aragonés

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Tres bonitos lugares del subsuelo aragonés

De todos los viajes os hemos recomendado, que son muchos pero todavía quedan muchos por descubrir, todos tienen un denominador común. Hemos ido recorriendo sendas, caminado por nieve, conocido pueblos maravillosos, descubierto rincones mágicos … pero todo ha sido a plena luz del día.

¿Qué os parece si esta vez descendemos y conocemos tres bonitos lugares del subsuelo aragonés? Hablamos de cuevas turísticas, sin jugar a ser espeleólogos. 

Son tres lugares que sin duda sirven de argumento para hacer una escapada con alguna que otra leyenda que os encantará.

Recorremos tres cuevas de norte a sur de Aragón.

Cueva de las Güixas

Empezamos en el norte, en La Jacetania. Allí, en Villanúa, se encuentran la conocida Cueva de las Güixas, la casa de las brujas.

-La existencia de estas cavidades se remonta a la última era glaciar, hace 25.000 o 30.000 años. Desde entonces, el agua, gota a gota, ha creado uno de los paisajes espeleológicos más bellos del Pirineo Aragonés, donde las estalactitas y estalagmitas florecen a lo largo de sus 800 metros de recorrido. 

-Según se avanza hacia el interior, la cueva va ganado altura, sonidos y formas, hasta llegar a la «catedral». En esta sala la altura alcanza los 16 metros y las formaciones pétreas se manifiestan en todas sus variantes. Columnas que unen suelo y techo, cortinas de roca… como curiosidad os contamos que aquí estuvo localizando el equipo de Benicio del Toro para El Laberinto del Fauno. Al final todo quedó en agua de borrajas pero la cueva aquí sigue, tal y como llega miles de años.

-La gruta de las Güixas, debe su nombre a un agujero que ilumina una de las salas que la componen. Cuenta la leyenda que aquí, bajo esta «chimenea», las brujas hacían aquelarres e imploraban al demonio. Se supone que éste era un espacio donde encontraban las condiciones perfectas para realizar sus ritos y ver a través de la «chimenea», la luna y las estrellas, elementos imprescindibles en sus ceremonias.

-Pero las bruxas, brujas en aragonés, no fueron los únicos habitantes de esta cueva sino que, hace ya 10.000 años los hombres del Neolítico vivían en estas salas, las mismas que sirvieron de guarida y almacén a muchos hombres que lucharon durante las guerras Carlistas y en la Guerra Civil.

HAY UNA LEYENDA EN TORNO A LA CUEVA DE LAS GÜIXAS

¿Os la cuento 😊?

BAÑOS DE LUNA (CUEVA DE LAS GÜIXAS)
Cuenta la leyenda que las mujeres de Villanúa se reunían las noches de luna llena en la cueva de las Güixas. Bajo la sala de la Chimenea se despojaban de sus ropas pasada la medianoche, quedando completamente desnudas para recibir «baños» del astro lunar con el fin de permanecer siempre bellas y jóvenes. Sus maridos sospecharon y enviaron a un hombre a seguirlas, el cual volvió al pueblo mudo o loco, según quien cuente esta historia. 

Villanúa. Cueva de las Güixas 2
Cueva de las Güixas Créditos imágenes: turismodearagon.com

Cueva Iris

Seguimos nuestra visita por la provincia de Zaragoza, comarca de Calatayud, en Nuévalos, situada junto al río Piedra, en un entorno natural aparece el Monasterio de Piedra, y en él… la Cueva Iris.

Gruta Iris2
Cueva Iris. Créditos imágenes: turismodearagon.com

Mire donde mire, el Parque Natural es una maravilla para los ojos, no deja de sorprendernos, pero si algo destacables por los muchos visitantes que recorren el parque cada año, es la Gruta Iris. Una cueva que se ha ido formando siglo tras siglo, escondida tras uno de los saltos de agua del Monasterio.

La Gruta Iris fue descubierta por Juan Federico Muntadas Jornet, hijo del comprador de Monasterio de Piedra cuando tuvo lugar la desamortización de Mendizábal.  Fue él quien descubrió la gruta y decidió habilitar la zona para que todo el mundo pudieran disfrutar de las mejores cuevas de España.

Al interior de la gruta se accede por unas empinadas escaleras, no es demasiado complicado si se tiene en cuenta que estamos accediendo al interior de las mejores cuevas de Zaragoza.

Cueva Iris. Créditos imágenes: turismodearagon.com

Una vez dentro de la Gruta Iris, tendremos la mejor vista de la cascada Cola de Caballo y si el día acompaña y el sol está en lo más alto, la visión que tendremos del interior de la cueva al mirar al exterior, será impresionantemente bella. Un espectáculo para los sentidos, pues además de la vista, el sonido de las cascadas junto con el eco de la gruta mantendrá a nuestros oídos expectantes.

Grutas de Cristal

Cambiamos de comarca, incluso de provincia, y nos vamos directamente al Maestrazgo. Allí, junto al pueblo de Molinos, están las maravillosas Grutas de Cristal.

En 1961 un grupo de espeleólogos, descubrió, en el corazón del Maestrazgo, un conjunto de formaciones kársticas únicas en Europa. Este paraje se localiza en la zona de Las Graderas y se compone de varias cuevas llenas de estalactitas y estalagmitas de diversos tamaños y formas.

GRUTAS DE CRISTAL Molinos1. (3)
Grutas de Cristal. Créditos imágenes: lovearagon.es

La boca de acceso a la cueva se encuentra a una altitud de 970 metros sobre el nivel del mar y tiene un desnivel de 24 metros y una longitud de 620 metros.


Estas cuevas se comunican con el exterior a través de dos puntos: las cuevas de las Graderas o Grutas de Cristal y la Cueva de Baticambras, donde hay una gran concentración de murciélagos.


Al entrar nos encontramos con una bifurcación que nos lleva a dos galerías, una de ellas con numerosos espeleotemas, que son formaciones de las cavidades, destacando las estalactitas excéntricas que adoptan formas súper curiosas e intensos brillos y parecen que incumplen las leyes de la gravedad, de ahí su nombre.


Estas dos galerías que están claramente diferenciadas: el Palacio de Cristal, ubicado en el fondo de la cavidad y la Sala Marina en la zona este. El camino que conduce a la Sala Marina transcurre por pasillos de techo bajo rodeados por miles de pequeños conductos laterales.


Una vez en la Sala Marina, ¡te das cuenta de que el nombre no es por casualidad, es impresionante! Aquí abundan las formaciones subacuáticas y de gran colorido. Están por todas partes, suelo, paredes y techo. .


La Sala Marina es un laberinto de cavidades de medianas proporciones dispuestas en torno a una galería central. Varias chimeneas se descuelgan del techo hasta enraizarse en el suelo.

Estas formaciones de aspecto rugoso se originan de diversas formas: por filtración procedente de alguna fisura; por la salpicadura de algún goteo cercano o por el flujo del agua sobre una superficie.

La temperatura interior de las cuevas se encuentra entre los 12 y 14 grados y la humedad del ambiente en su interior oscila entre el 90 y 95%. Por lo tanto una recomendación es que quien visite estas cuevas lo haga con ropa apropiada, algo de abrigo para el interior y buen calzado.

El camino hacia la siguiente sala, el Palacio de Cristal, vuelve a estar protagonizado por pequeñas cavidades. La cavidad que sirve de corredor va aumentando a cada tramo y sus formas se vuelven cada vez más elaboradas anunciando lo que veremos a continuación. Tras unos cuantos metros llegamos al Palacio de Cristal.


Aunque las Grutas de Cristal fueron halladas en 1961, la presencia del hombre en este lugar se remonta mucho antes…
Aquí se encontró la mandíbula de un hombre, el denominado hombre de Molinos, el resto del homínido más antiguo hallado en Aragón. Actualmente, podemos ver esta mandíbula y los hallazgos de las investigaciones de las Grutas en el Museo de Molinos.

¡EN MARCHA!

Más info:

Cueva de las Güixas

Monasterio de Piedra. Gruta Iris

Grutas de cristal

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