ZARAGOZA CENTRO: DOMINGO POR LA MAÑANA
Nos gusta pasear por nuestra ciudad y la inmensa mayoría de las veces lo hacemos sin rumbo fijo, sin saber a dónde nos llevará ese callejeo. Y, ¿sabéis qué?. Pues que mola mucho.
Zaragoza ha cambiado para bien. Y por ejemplo, zonas que antes estaban deprimidas ahora rezuman buen rollo en cada esquina.
Están repletas de pequeñas tiendas con encanto, de bares renovados con propuestas muy divertidas, de calles con mucha luz y, sobre todo, de gente que, al igual que nosotros, dedica un domingo matinal a darse un garbeo sin prisa, a descorchar un vino mientras escucha música en vivo y a estirar el vermú hasta media tarde.
Las Armas
Hace un par de fines de semana lo hicimos en Las Armas. Menudo ambientazo. Mercadillos de lo más curioso, buena temperatura son ese ansiado sol de invierno, cultura urbana, aperitivos sonorizados con grupos que sacan sus trastos a la calle y empiezan a tocar… no es que sea la panacea pero, hasta hace bien poco, eso no ocurría en esta ciudad.
El sota, caballo y rey ha sido desbancado. El perfil vermutero es distinto. Y eso podéis comprobarlo cualquier domingo por la mañana.
El Tubo
El Tubo sigue siendo otro de los principales focos de atención. Hace unas décadas no es que brillase precisamente. O al menos no lo hacía como ahora. Pero la apertura de nuevos locales y la actualización de los que ya estaban han hecho que sea hoy una de las zonas taperas más punteras del país. Y da gusto sumergirse en ese ambiente matinal de calles abarrotadas con un ambientazo inigualable.
Tanto la calle Las Armas y colindantes, como las que conforman las esquinas imprescindibles de El Tubo están a un tiro de piedra. En pocos minutos cambias de zona mientras pasas por lugares tan chulos como, por ejemplo, el Mercado Central o la Plaza del Justicia.
Pero es que, además de estas dos intocables, hay al lado una serie de arterias que son ideales para invertir la mañana y el mediodía del domingo. Desde la calle San Andrés, hasta la Plaza San Pedro Nolasco el paseo resulta de lo más exquisito.
Nos gusta pasear, como os decíamos, y nos encanta la hora del vermú. Porque no es solo salir a tomar un aperitivo. Es algo que está por encima de un simple bocado y un sorbo.
Nuestros imprescindibles
- Un ceviche bonaerense y una falsa croqueta de yuca en El Meli del Tubo.
- Las impresionantes gyouzas de merluza, puerro y gorgonzola de Uasabi.
- Un calentito y poderoso ramen de La Ternasca.
- Dos jalapeños con tequila en Las Armas.
- El pájaro que vuela en La Clandestina.
